Piercings

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Los mejores materiales, la más estricta higiene.

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Los materiales más empleados para hacerse un piercing son el titanio y el acero quirúrgico. El primero permite que la curación de la herida sea mucho más rápida porque es menos invasivo en el cuerpo humano.
Además, su peso es menor y existe mayor variedad de colores, convirtiéndolo en un material muy versátil.

1- Lávate las manos:

Antes de tocar la zona afectada con agua y jabón neutro al menos 20 segundos. Un piercing es una herida abierta, las manos o las uñas sucias pueden transferir bacterias a la zona.

2- humedece la piel:

Lo normal es que no se generen costras, pero si es tu caso, antes de continuar, humedece la piel alrededor del piercing para ablandar las costras y retíralas sin esfuerzo. Puedes utilizar una gasa o un bastoncillo, pero nunca las arranques ni las pinces cuando estén secas.

3- Limpia la zona con suero fisiológico:

Procura que entre en el orificio moviendo ligeramente el pendiente para que entre la solución.

4- Seca la zona:

Seca la zona con una gasa con cuidado de no irritar la zona, nunca utilices las manos, toalla o algodones porque pueden dejar restos en la zona. Puedes utilizar también un secador de pelo a temperatura tibia.

5- No utilices productos desinfectantes comunes:

Los desinfectantes como alcohol etílico 96º, agua oxigenada, etc… que pueden generar irritación de la piel, secándola o formando costra alrededor del piercing.

6- No hagas más de dos lavados al día:

Mantenlas secas todo lo que puedas. Ten cuidado con los champús y geles corporales y la zona recientemente perforada.

Reconocer si un piercing está infectado es relativamente sencillo, lo cual es una gran ventaja ya que de esta forma se puede establecer un tratamiento cuanto antes. A continuación explicamos cuáles son los principales signos que permiten saber que un piercing está infectado.

Enrojecimiento: Es normal que durante los primeros días la zona en la que te has hecho el piercing esté enrojecida. No obstante, si este enrojecimiento empeora o se extiende, es un claro indicativo de que algo no va bien.

Inflamación: Un piercing es una perforación, de modo que es completamente normal que la zona está inflamada durante las primeras 48 horas aproximadamente; es el tiempo que tarda el organismo a adaptarse a lo que considera una herida. Una vez transcurrido este tiempo la inflamación debe ir disminuyendo de manera progresiva hasta desaparecer. Así, si la inflamación empeora y además se acompaña de dolor, es muy probable que exista una infección.                                                                                                                Temperatura elevada  Una de las formas más sencillas de saber si el piercing está infectado es tocándolo; hazlo siempre con las manos limpias y desinfectadas. Si existe infección, el piercing estará caliente cuando lo toques.

Secreción: Después de las primeras horas tras la realización del piercing es normal que éste produzca algo de secreción, generalmente de color transparente. Claro que si este líquido es espeso y de color amarillo o verde, es pus e indica que existe infección; en la gran mayoría de los casos es fácil de detectar porque emite un olor muy desagradable.

En cualquier caso, si tienes alguna duda o estás seguro de que algo no va biern, puedes contactar con nosotros y te ayudaremos en todo lo que podamos para encontrar una solución.